La crema pastelera es uno de los elementos básicos de la pastelería.
Y aunque la receta en sí es muy sencilla, si no usas la técnica adecuada, puede que se te complique y termines con una crema pastelera demasiado líquida.
Si esto pasa, ¿se puede recuperar?
Sí.
Pero lo ideal es que vayas a la base y aprendas la mejor manera de hacerla para que salga perfecta desde el principio. Si aun así la crema te queda líquida, no te preocupes porque te vamos a mostrar un par de «trucos» para recuperarla.
¿Quieres conocer el secreto para que la crema pastelera te quede perfecta?
Pues sigue leyendo, ¡que te lo revelamos! 😉
👉 ¿Por qué me queda líquida la crema pastelera?
Aunque la crema pastelera sea un clásico de la gastronomía dulce, es muy común que a muchas personas les salga mal y acaben con una crema demasiado líquida.
¿Por qué ocurre esto?
- Los ingredientes: juegan un papel muy importante. Como sabrás, la crema pastelera se hace con yema de huevo, leche, azúcar, maicena y vainilla. La clave está en medir bien las cantidades y en escoger ingredientes de calidad. Para la harina de maíz, por ejemplo, nosotros recomendamos la marca Maizena porque con ella vas a obtener mejores resultados.
- La técnica: el otro motivo (y el más común) es seguir una receta incorrecta o no aplicar el procedimiento adecuado.
Por eso, a continuación te explicamos la técnica y el paso a paso para dominar la pastelera.
👉 La técnica perfecta para que la crema pastelera no quede líquida
¿Sabías que para que la crema quede bien tienes que retirarla 2 veces del fuego?
Pues esto es solo una de las cosas que debes hacer para que salga con la textura ideal.
¡Te contamos el paso a paso!
- Blanqueamos la yema: mezclamos el azúcar con la maicena e incorporamos en la yema. Batimos con fuerza hasta que nos quede una espuma blanca (es lo que llamamos blanquear). Mientras tanto, calentamos leche en el fuego con la parte de azúcar que le corresponde.
- Incorporamos la leche: una vez que se ha calentado la leche, la vamos echando sobre la yema. Es muy importante que vertamos la leche caliente poco a poco, removiendo constantemente para no quemar la yema.
- Llevamos la mezcla a la olla: y removemos con varilla, para evitar que se pegue. Durante todo el proceso, mantendremos el fuego medio suave.
- Removemos hasta que la crema alcance «el punto»: sigue removiendo y cuando notes que la mezcla se espesa, retírala del fuego. Pero, ojo, ¡no la retires antes de tiempo!
- «Alisamos» la crema: bate enérgicamente durante aproximadamente un minuto para alisarla (que quede sin irregularidades). Cuando veas que está lista, vuelve a ponerla en el fuego y sigue removiendo hasta que empiece a burbujear.
- No dejes de remover: aguanta con la crema en ebullición durante 1 ó 2 minutos. Este último paso es clave para terminar de espesar la crema y quitarle el sabor a maicena.
- Realiza un baño maría inverso: pasa la crema pastelera rápidamente a un bol y métela dentro de otro recipiente con agua fría y hielo. Así, hacemos que la temperatura baje muy rápido, evitamos que salgan grumos y logramos que nuestra crema quede espesa.
- Tapamos la crema: cubrimos con film al contacto para que la temperatura baje, y la metemos en la nevera.
Cuando llegue el momento de usarla, deberás batirla para que se ablande y poder aplicarla al postre que tengas entre manos. Eso sí, te recomendamos que no uses las varillas para esto, ya que podrías terminar dejándola demasiado líquida.
Y, con esto, ya tienes la crema pastelera con la textura y el sabor ideal. 😉
Pero bueno, como sabes que te puede resultar más sencillo verlo, hemos grabado este vídeo para que veas cómo lo hacemos.
Nota: además de la técnica que acabas de ver, no hay más secreto que observar. Fíjate en todo momento en la consistencia que va adquiriendo mientras está en el fuego y enfríala solo cuando haya adquirido el espesor que necesites.
👉 ¿Cómo recuperar una crema pastelera líquida?
Si aun usando nuestra receta has pasado algo por alto y te ha quedado demasiado líquida, no te preocupes. Todavía podríamos salvarla.
En este caso, puedes hacer dos cosas:
- Dejarla más tiempo en el fuego: como siempre, con cuidado de que no se te queme. Así que remueve para evitar que se pegue y haga grumos. Luego, enfríala rápidamente tal y como te hemos explicado antes.
- Añadir espesantes: puedes calentar leche y disolver en ella espesantes como la goma xantana, la gelatina, el agar agar o el kuzu, para luego incluirla en la crema pastelera. Eso sí, aunque esto hará que quede más firme, la textura no será perfecta.
Es por eso que nosotros no somos muy partidarios de intentar recuperar la crema pastelera que ha quedado líquida.
Lo que te recomendamos es que la hagas de nuevo (no te llevará demasiado tiempo) y «recicles» esa crema líquida para usarla en otro tipo de platos. Por ejemplo, usarla para hacer ganache (una crema hecha principalmente con chocolate y nata) sería una buena forma de aprovechar esta crema usándola como sustituta de la nata.
👉 EXTRA: la variante vegana, la opción sin maicena y otras versiones de la crema pastelera (¡todas para chuparse los dedos!)
Para los que prefieran otras opciones existen distintas variedades de esta crema.
¡Vamos a verlas!
✅ 1. La crema pastelera vegana
La variante vegana (por tanto sin yema y sin leche animal) va a llevar:
- Bebida de soja: para nosotros es la mejor «leche vegetal» para hacer la crema.
- Kuzu: como espesante. Aunque si no encuentras este ingrediente, siempre puedes usar la maicena en su lugar.
- Vainilla: imprescindible para conseguir ese característico sabor a crema pastelera.
- Colorante amarillo: o cúrcuma, para darle el color amarillo.
Y como en la versión convencional, usamos también maicena y azúcar.
✅ 2. La versión sin maicena
Si por tema de gusto o por intolerancias, no quieres incluir maicena en la receta, lo único que tienes que hacer es sustituir este ingrediente por fécula de patata en la misma cantidad que la maicena.
Con esta variedad, además, tenemos la ventaja de poder congelar la crema sin que se resienta luego (ya que al descongelarse siempre pierde líquido).
✅ 3. Juega con las variantes de la crema
Hay muchísimas versiones de la crema pastelera, así que puedes ponerte creativo.
Puedes, por ejemplo, realizar un ganache añadiéndole un 20% de su peso en chocolate nada más terminar de hacer la crema. O incluso puedes incorporar alguno de estos ingredientes para conseguir sabores distintos:
- Praliné de avellanas o de almendras.
- Pasta de pistacho o de cacahuetes.
- Extracto de café.
- Mantequilla (si quieres hacer una muselina para rellenar la famosa tarta Paris Brest).
¿Te hemos inspirado un poquito?
👉 Pon en práctica nuestra receta y… ¡que no se te resista la crema!
Ahora te toca poner en práctica lo que te hemos enseñado, y dar con el punto exacto para que tu crema pastelera no se quede líquida.
Una vez la tengas, podrás añadirla como relleno en la tarta de manzana o la tarta de la abuela, o usarla en caracolas, profiteroles, mousses o croissants. Esto son solo algunas ideas, pero las posibilidades son interminables, y nosotros te recomendamos que no te quedes en los clásicos y explores otras alternativas.
Lo dejamos a tu gusto (¡y a tu imaginación!).
Así que ponte a preparar esa crema pastelera y ¡a endulzarte un poquito la vida!😉
👉 ¿Has probado esta crema pastelera en alguna de nuestras preparaciones?
Personaliza tu próxima tarta y descubre todo lo que podemos hacer para ti con esta crema pastelera.
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